20 PUNTOS A LA LEY ORGANICA DE EDUCACIÓN
DE LA LEY DE 1980
1. Hay que comenzar haciendo referencia a la Ley derogada, promulgada en 1980. Sus postulados invocaban la inducción de un nuevo individuo apto para asumir los retos de los años finales del siglo XX. En forma general fue una buena Ley. Si sus objetivos se hubieran cumplido, habría dado lugar a la promoción de un individuo promedio, bien formado en valores nacionalistas, más cosmopolita, autodidacta, preocupado por la realidad de su país, indistintamente de los niveles que hubiera alcanzado en la trama del ascenso vertical y horizontal educativo. Pero visto el perfil de los alumnos egresados de la Educación Primaria, nos encontramos con terribles problemas de lecto-escritura, dicción, vocabulario, conocimientos generales, madurez en relación con el crecimiento, entre otras tantas deficiencias cognitivas. Esos alumnos llegan a la secundaria semi- instruidos. En tanto, los Bachilleres que van a las universidades, demuestran poseer un bajísimo nivel cultural, una pobre cultura universal, un bajo perfil intelectual, terribles dificultades de comprensión y abstracción y poca actitud para los estudios universitarios. Egresan de los liceos casi semi-analfabetos. Y una gran cantidad de quienes tienen la responsabilidad de inducir el hecho educativo en cualquiera de sus estrados, pueden conceptuarse de analfabetas funcionales.. Si de rechazar leyes se trata, entonces la LOE-1980, no cumplió sus postulados filosóficos en los 29 años que tuvo de vigencia, a pesar de los indiscutibles logros que alcanzó la educación pública en los últimos 10 años, desde que en septiembre del año 1999 los Directores de escuelas, Unidades Educativas, Liceos y Escuelas Técnicas, recibimos la orden de No cobrar matrícula por concepto de inscripción, suscitándose desde ese mismo momento, una mayor presencia de alumnos en las instituciones educativas públicas. Nadie puede negar esta realidad (Nueva LOE aparte B del Art. 5 y en el Art. 12). Y luego, al instaurarse las Escuelas Bolivarianas con lo cual se le dio un extraordinario impulso a la educación básica pública en el comienzo del siglo XXI.
2. Expresado en cifras, la LOE 1980 tiene un 80% en su contenido de virtudes inobjetables, si se la evalúa objetivamente, serenamente, históricamente. Si se promoviera, para discurrir alguna utopía, un concurso nacional para captar los mejores talentos en materia educativa, los mejores pedagogos, investigadores, escritores, etc. con el objeto de conformar un equipo plural y desprendido de toda vinculación político-partidista y, se le encomendara a ese equipo la realización de una Ley de Educación, sus resultados en poco diferirían de la LOE 1980 y seguramente enriquecerían y mejorarían sus postulados, fines y principios y los adaptarían a la realidad socio-cultural de la Venezuela de 2009. Estaría exenta dicha Ley de pretensiones ideologizantes, doctrinarias y fetichistas, pero recomendarían el estudio del pensamiento aun vigente de Simón Bolívar, como aquello de…“ un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción”
3. Si nos refiriéramos a fracaso de la educación, como evaluación de los aportes que ha debido otorgar a la sociedad, no podríamos achacarle a la Ley de 1980 la culpa de dicho fracaso. El fracaso es de los gobiernos, de las líneas y estrategias educativas, de las instituciones, las autoridades, los funcionarios, los sindicalistas, los partidos políticos, los docentes; todos los que rigen y ejercen rectoría en las instancias de la educación y todos los que han llegado a sus nóminas y se han involucrado en los numerosos vicios y actos de corruptela que surgen del modo como se organiza, administra y regenta el hecho educativo, tanto en las oficinas como en las aulas educativas. El fracaso es de los seres humanos, hombres y mujeres, de lo tangiblemente comprobable en hechos y resultados y no del instrumento jurídico-filosófico. Urge entonces una LOE que se cumpla, que no se viole, que no se desvirtúe, que no se ignore. Urge así una nueva Ley de Educación para alcanzar las metas inaplazables de las primeras décadas del siglo XXI.
DE LA NUEVA LEY ORGANICA DE EDUCACION 2009
4. Leída en su totalidad, la nueva Ley Orgánica de Educación, ya sancionada, contiene un 80% de virtudes inobjetables, concediendo al 20% restante lo relativo al papel de los medios de comunicación y la autonomía universitaria. Es muy parecida a la vieja Ley, algunos de sus artículos son casi textuales de aquella. Recoge lo mejor de la ley derogada y aporta nuevas pautas cónsonas con la realidad y la necesidad actual del país. Aceptamos algunos artículos como subrepticios, desde las perspectivas de quienes objetan la Ley, por ser permeables a elucubraciones con fines premeditados. Aun así, la Ley no es doctrinaria, no invoca al socialismo, no exalta ninguna revolución, ni la de Independencia ni la Revolución Bolivariana. Ni siquiera ordena lo relativo a los Lunes o los Días Cívicos, nada dice de los símbolos patrios en específico (sólo en forma tácita en el aparte C del Ordinal 2 del Art. 5). No es fetichista. No ordena exaltar la figura de Simón Bolívar como Libertador y sólo se refiere a Doctrina Bolivariana, mucho menos aclama a Hugo Chávez Frías en ninguno de los aspectos de su vida o estatus. Leída en su totalidad sin, o con fines premeditados, el detractor no podrá incluir ninguno de estos aspectos.
5. La Educación Privada no tendrá ningún problema para seguir los parámetros exigidos en la nueva Ley, salvo los que se deriven de la cantidad y la calidad de la educación que impartan. Si la Educación Privada lleva adelante dichos parámetros, la sociedad ganará individuos concientes de su realidad histórica concreta y más adelante podrán, eventualmente, participar de los ineluctables cambios del devenir, los que habrá de experimentar la sociedad para su supervivencia y su anhelado progreso en el ámbito de las interrelaciones globales. De lo contrario, seguirá el mismo rumbo que desde ya se vislumbra para la Educación Pública, si es que en ésta no se llevan a cabo los cambios estructurales que deben ocurrir en su todo, en su organismo, dejando sentado de una vez, que el personal docente es y será protagonista de los esperados y necesarios cambios que han de producirse.
DE LA LEY, EL TÉRMINO ADOCTRINAR Y LOS DOCENTES BOLIVARIANOS.
6. La educación entra, o es empujada, a la batalla político-partidista. Dando cabida a los temores que se han suscitados al emerger la Educación Básica dentro de la agenda política de los que disienten del actual gobierno y se mantienen en una incansable y permanente campaña electoral, no formal pero efectiva, ha de concluirse que, si al Legislador se le encomendó la redacción de una Ley para adoctrinar a los alumnos y si de ese modo procuró hacerlo en la redacción de los artículos que posteriormente sancionó como Nueva Ley Orgánica de Educación, el adoctrinamiento en sí tendría que implementarlo un nuevo docente al que ha de llamarse Nuevo Docente Bolivariano (No está mencionado como tal en la nueva LOE). Un docente que habrá de surgir de la nueva práctica educativa en los diversos espacios educativos, un docente que no existe, que aún no existe, un docente que pese a las honrosas excepciones, no ha podido multiplicarse en lo que hasta ahora han sido las actividades llevadas a cabo por el Ministerio de Educación, para sensibilizarlo hacia los nuevos cambios.
7. El adoctrinamiento es bueno para algunos y malo para otros. Adoctrinar es, parafraseando a Simón Bolívar, educar para lo bueno, para lo justo, para lo grande, para lo hermoso. La doctrina es la Nación, dentro de la Doctrina Bolivariana (Art. 12). Quede claro que los postulados tanto de la onírica o utópica Ley que podrían concebir los intelectuales pedagogos más notables, como los de la modesta LOE 2009 de apenas 56 artículos, tienen que propender al arraigo en los alumnos de los diversos niveles y modalidades, del sentimiento nacional venezolano, del sentido de pertenencia, del amor a la patria y su historia (Art. 13). La identidad nacional debe impregnarse en la menta y en las actitudes de los estudiantes, a través de prácticas significativas en la educación oficial, tanto pública como privada, llámese a esto adoctrinamiento o concienciación del individuo como ser social. Se educa para forjar conciencia de venezolanidad, como se forja Conciencia Nacional en la educación de cualquier país del planeta. Esta tarea en Venezuela, llámese como se la quiera llamar, es inaplazable, urgente, necesaria en el corto, mediano y largo plazo. Cualquiera que la quiera manipular hacia la izquierda o hacia la derecha, nada encontrará en la Ley, porque no incluye, no concibe, no insta, no recomienda, directa ni indirectamente, inoculación de ideas fascistas, socialistas, ni capitalistas, ni comunistas, ni fetichistas. Ni nada que se le parezca. Es menester cambiar la mentalidad de los estudiantes hacia los mejores valores de la sociedad, con el objeto de que el individuo elija su propio camino concientemente, sin ataduras ideológicas, con plena posesión de su libertad individual para elegir las ideas de su preferencias, según sea su propia reflexión de la vida, sin alienaciones de ningún tipo, sin la influencia determinante que hoy juegan los medios de comunicación de masas en los alumnos, a los que incitan al consumismo y a una vida efímera y material alienante. Son los cambios que persigue la nueva Ley. No podemos continuar graduando semi-instruidos, semi-analfabetas y analfabetos funcionales universitarios. Los pedagogos desafectos con el actual gobierno, deben reafirmar esta realidad para que estén tranquilos con sus conciencias y para que sigamos admirándolos como pensadores que disienten, crítica y respetuosamente. Y decir además con todos los que sentimos y vivimos la práctica educativa día a día en las escuelas y en los liceos, donde discurre el quehacer de los alumnos, que los cambios en el sistema educativo venezolano son imprescindibles y deben inducirlos Nuevos Docentes Bolivarianos, sean chavistas o no chavistas. Es decir, el Nuevo Docente Bolivariano no tiene que ser necesariamente afecto al gobierno, basta con que sea afecto al Estado, a Venezuela como Nación y Patria, afecto a la Constitución, afecto a las leyes que rigen la práctica educativa, afecto a sus coterráneos en general donde quiera que se hallen y cualesquiera sea su situación económica, inclinación política, preferencia religiosa, característica de su cultura, origen histórico, trayectoria en el tiempo; afecto a sus vecinos de la comunidad, de su sector, de su vecindario, de su pueblo o ciudad, de su región o Estado, de su país en general. Afecto al ambiente, a la Tierra como planeta donde vive en el universo. Afecto a su historia, a su territorio, a su cultura, a sus instituciones, a sus colegas y sobre todo afecto a sus alumnos, a su trabajo, a su juramento como funcionario público, a sus actividades profesionales, a su misión, a su deber, a su obligación. Afecto hacia sí mismo, a su propia dignidad y su propia autoestima para que resulten incólumes ante las circunstancias que distorsionan la trayectoria de un docente (Apartes G y H, del Numeral 2, Art. 5). El vocablo afecto es contrario al odio, al fanatismo, a la corrupción, al desnacionalismo, a la actitud apátrida. Es sinónimo de sensibilidad y vocación. Adoctrinar en el ámbito de la educación, es inducir al niño, al joven y al adolescente, hacia los mejores valores para que esté en capacidad de discernir sobre sí mismo (quién soy, qué quiero, a dónde voy), como resultado de una educación institucional, familiar y social, que haya cumplido su cometido en la forja de su personalidad y pueda así asumir como individuo, su propio destino con grandes posibilidades de éxito y realización (aparte 9 del Art. 13).
8. La realidad indica que en 20 años no se ha mejorado la calidad de la educación. Todo lo contrario, ha empeorado. En 20 años, los partidos políticos, el clientelismo y los sindicatos, hicieron posible una nómina abultada e irresponsable. Ellos son los causantes de la enfermedad de que adolece la educación pública, la cual es mala, irresponsable, superficial, descontextualizada, amañada. Urge una Ley, una LOE que se cumpla, que integre a toda la comunidad educativa en un Proyecto medular.
9. Ideologizar, adoctrinar, es tarea para gente muy bien preparada también ideológicamente. Cuan distantes están muchos de los docentes que así mismos se conceptúan como Chavistas o revolucionarios, de profesar ideas socialistas o revolucionarias y cuan lejos están de actuar como tales.
DE LA AUSENCIA DE DOCENTES BOLIVARIANOS
10. Para beneplácito de los que objetan la Ley a ciegas y actúan por simples pasiones, los Docentes Bolivarianos existen como individualidades pero están ausentes como colectivo. No han querido, o no han podido, o no han sabido integrarse al proceso de cambios. Existen, en tanto y cuanto cobran un Bono Bolivariano en las escuelas primarias, pero están exentos de pasión revolucionaria para asumir el papel protagónico que les reclama el tiempo histórico. Por tanto, no hay quien adoctrine como es deseable socialmente, ni como dictan los temores de quienes creen en lo desconocido, no como Misterio, sino como ignorancia. Hacen falta 500 mil educadores para “adoctrinar” de verdad en todo el territorio nacional. Esa delicadísima tarea de educar, que sólo deberían realizarla personas muy bien preparadas, cultas, comprometidas, conscientes de su realidad, actualizadas, no pueden contratarse porque las 500 mil plazas necesarias para comenzar en efectivo el proceso de cambios, están ocupadas por docentes que compartimos por igual el fracaso de la educación actual. La mayoría contratados bajo las fórmulas de la Cuarta República, con criterios de reclutamiento clientelares y una supervisión inocua que ha llevado a que la mayoría de los docentes sean indiferentes a la delicadísima misión que les asignó el Estado. A ello hay que agregar la displicencia y subjetividad de los criterios de evaluación, de formación permanente y de sanción administrativa. En definitiva, no hay Educadores Bolivarianos y los que hacen excepción de esta inferencia, no construyen en forma alguna la regla: sólo las honrosas excepciones.
11. Lo que más ha perjudicado a la implantación de un sistema educativo nuevo, es la resistencia al cambio por parte de los docentes y la repetición y aumento de todos los vicios que viene arrastrando la educación pública venezolana. Para la implementación de este nuevo sistema educativo, para el cual el Ministerio se armó de algunos sustentos legales a través de Resoluciones y Circulares, se han dictado Talleres de sensibilización, de formación, de prácticas pedagógicas, se ha intentado influir en la mentalidad de los docentes y se les ha exigido una alta sensibilidad social, para llevar a cabo los cambios que el país necesita en materia educativa. Y a pesar que el Bono Bolivariano constituye un buen incentivo salarial, no ha podido sin embargo transformarse la vocación de servicio. Los resultados son casi los mismos, los niños siguen llegando al Liceo con tremendos problemas de lecto-escritura, con un bajísimo nivel de cultura universal, con muy poco sentido de pertenencia, con una ausencia casi total de nacionalismo e identidad local, con una traza en sus manuscritos casi ilegibles y con una altísima sensibilidad para captar los esnobismos y cambios de la moda que influyen determinantemente sobre sus conductas. La calidad de la educación es en una palabra, pésima, en tanto la cantidad no alcanza en el mejor de los casos los 180 días. Los docentes siguen siendo ultrasensibles a las vicisitudes que se presentan en sus vidas y por ellas “justifican” un creciente número de inasistencias. Problemas de transporte, lluvia o cualquier evento familiar o de de salud, por simples que sean, produce de inmediato la ausencia del docente. No así los alumnos que superan las contingencias del momento y de sus vidas para llegar a sus escuelas a tiempo, a la hora, a veces enfermos para cumplir la tarea, para luego no encontrar a sus docentes. Esta situación es recurrente en demasía en la Educación Media, en los Liceos Bolivarianos. En tanto en los organismos de administración de la educación, en las Zonas Educativas, Municipios Escolares y Distritos Escolares, los actos de corrupción, las irregularidades de todo tipo, el autoritarismo y la improvisación siguen reinando. Son vicios heredados de la vieja educación de la Cuarta República que siguen vigentes con mucha fuerza en los diez años de gobierno bolivariano. Todos conocemos casos recientes de jubilaciones extemporáneas, docentes “reposeros”, docentes a los que se les apertura una investigación administrativas por cualquiera de las causales que prescribe la Ley y sin embargo, el padrinazgo termina por dejar impune las irregularidades, inmunes a quienes incurren en ellas y en ridículo al Director o Supervisor que indujo el procedimiento. Cuando afirmamos que todos somos testigos de varios tipos de estas irregularices, incluimos a las autoridades educativas. A nadie puede en consecuencia exigírsele que formule denuncias concretas.
12. También la realidad indica que en las Zonas Educativas, Jefaturas Escolares y Distritos Escolares, impera la improvisación, el abuso de la energía, el tiempo y los recursos de las escuelas, las actividades sin tenor. A menudo llegan líneas a las escuelas de cualquiera de los Departamentos, Divisiones o Coordinaciones de los entes administrativos, para que participen en actividades que no tienen ningún asidero, como por ejemplo, entre mil que pudiera citar, una marcha, o una caminata con alumnos contra el SIDA con la cual, estamos seguros, no se avanza ni un milímetro en la lucha contra este flagelo de la sociedad. Pero es producto de alguna mente esclarecida, de algún creativo que no hace sino emitir la orden a las escuelas para que éstas busquen los recursos y participen en el acto de creatividad del burócrata funcionario. Hay jubilaciones tempranas (algunas con tan sólo12 años y cobran el 100%), títulos universitarios falsos, manejo de personas y conciencias a través del dinero, para alcanzar fines corruptos, contrataciones fraudulentas, jubilaciones, favoritismo a amigos y familiares, ascensos sin el debido perfil. Los concursos de 2004 fueron manejados por los sindicalistas corruptos y llenaron las escuelas de toda suerte de suciedades que aflojaron la ética laboral de quienes fueron testigos y víctimas de esos hechos, extendiéndose la incredulidad en el sistema. Y hay que tener mucho cuidado con los actuales concursos porque las irregularidades se captan en un exceso de control e improvisación administrativo y en la ninguna supervisión de los imperativos procesales a tenor del Reglamento (varemos), realizados en las escuelas por alumnos, docentes colegas, representantes y directivos, a los interinos concursantes. Esto último resultó, donde se hizo según lo indicado, una experiencia fascinante para los alumnos que pudieron evaluar a sus profesores. Parece que la Cuarta República está incólume en el Ministerio de Educación. Hay que depurar las nóminas, sacar los corruptos, los ineptos, los sin perfil, los sin moral, los sin ética laboral (Art. 50 en la nueva LOE idéntico a la LOE 1980). Tamaña tarea que en mi concepto no se ha iniciado. Circulo hace poco tiempo un proyecto para revisar a cada educador cuando llegara a los 15 años de servicio, a los que habría de hacérseles una rigurosa revisión de sus trayectorias laborales, donde se incluía revisar el avance en su formación pedagógica debidamente realizada y avalada por instituciones de educación universitarias ( hay docentes con más de 10 años de servicio que siguen en el estatus NG, No Graduados), expedientes para revisar las enfermedades y reposos médicos, exámenes psiquiátricos, físicos y constatar que en verdad esta preparado para asumir una nueva contratación de 10 años más. De lo contrario se procuraría pasarlo a retiro con una bonificación salarial ajustada y justa. Buena idea.
13. A todas estas, la experiencia indica que en cada institución educativa hay al menos un 70% de docentes que actúan de buena fe, que son disciplinados y se esmeran por cumplir bien su función. Pero actúan según una rutina diaria, casi sin innovación, sin creatividad, sin pasión. Han fallado los Directores y las directrices. Han fallado las estrategias de sensibilización hacia la necesidad de convertirlos en protagonistas de un proceso de transformación que tienda a salvar a la sociedad venezolana de la crisis de moralidad por la cual es amenazada. Y por supuesto, ha fallado la Supervisión, que es tan necesaria como necesaria es que sea llevada por verdaderos supervisores (Art. 42). Y han fallado las universidades que egresan docentes. El Ministerio de Educación no tiene por que invertir tanto tiempo y recursos para sensibilizar y formar a su personal contratado, siendo que esto es tarea de las universidades donde se forman los educadores. La realidad indica que no es así. Muchos docentes de recientes promociones dejan mucho que desear. Algunos se identifican tempranamente con los vicios y al muy poco tiempo de haber sido contratados como Docentes Interinos, comienzan a faltar a sus clases, aludiendo diarreas, fiebres repentinas, imprevistos y falta de pasajes para llegar a la escuela. Valgan verdades
DE LAS ESCUELAS Y LICEOS BOLIVARIANOS
14. Tampoco hay escuelas bolivarianas ni liceos bolivarianos per-se. ( Increíblemente, no se mencionan como tales en la Ley) Existe un programa de corte socialista llevado a cabo por el actual gobierno nacional a través del Ministerio de Educación por medio del cual se designan Escuelas Bolivarianas a las instituciones de educación básica donde se han hecho importantes inversiones en trabajos de infraestructura de construcción o refacción, se han dotado de cocinas equipadas para la preparación de alimentos a través del programa PAE que consiste en desayuno, almuerzo y merienda balanceados y mejor preparados; se ha dotado a esas escuelas de computadoras y toda clase de bienes muebles de carácter pedagógico. Así mismo se aumento el horario de atención al alumno y se estableció un único horario de 8:00 a.m. a 4 p.m., otorgándoseles un bono salarial a los docentes de hasta un 60%. de su salario nominal, que no es poca cosa. Un Programa educativo que nadie puede objetar en sus fines sociales y que indiscutiblemente ha procurado la inclusión de los que antes no podían acceder a la educación. Pero no cumple aún la meta educativa, no se imparte educación bolivariana, ni siquiera se estudia debidamente la vida y obra de Simón Bolívar ni el proceso independentista venezolano. Los resultados pedagógicos en muy poco distan de los obtenidos en la escuela tradicional. La respuesta es por que el Estado no ha formado aun los verdaderos Docentes Bolivarianos, quienes deben surgir de un convenio entre el Ministerio de Educación y las universidades que forman docentes. Largo plazo (Art. 36. Aún no existen la Ley Especial)
DE LA EDUCACION LA FAMILIA Y LA SOCIEDAD
15. La Educación Básica venezolana está plagada de vicios. Es la consecuencia de haber continuado los viejos parámetros de contratación de la Cuarta República y por ello, en los últimos 10 años, no se ha seleccionado al docente idóneo para inducir un proceso de transformación educativa tan necesaria para contrarrestar el deterioro cultural de la sociedad venezolana. Valores como la convivencia, la amistad, la tolerancia, la identidad familiar, comunitaria, regional y nacional, la solidaridad, el sentido de pertenencia, el nacionalismo, etc., están en extremo deteriorados. Es perceptible el bajo perfil de los bachilleres que se gradúan, lo muy fácil que sucumben ante diversos anti-valores que un sector de la sociedad acomodada, a través de los medios de comunicación, ofrecen al advenedizo adulto en trance de formación en un liceo público. En la cotidianidad de las familias pobres y en la clases media, se da prioridad al hecho de la subsistencia y la supervivencia (problemas de inflación e inseguridad), al refugio en la fuerza de quien la posea en los barrios, a la imitación de usos foráneos y superfluos; predominan las tendencias al alcoholismo temprano y permanente, para toda la vida, cuyas secuelas influyen en la conducta de los ciudadanos y en el destino, la estabilidad, la moral y hasta la integración de las familias; así como las drogas, el sexo desaforado, la ignorancia y la superficialidad, las supercherías, la vanidad, el egoísmo, la complicidad, esnobismo, la pereza mental y física, poca o ninguna lectura constructiva, ausencia de cultura en sus diversas manifestaciones y ninguna atención a la escuela de sus hijos. De todo esto están concientes los pedagogos desde hace más de 20 años. La pobreza cultural se extiende a lo largo y ancho del país desde entonces y desde antes. Hay no menos de un 80% de pobreza cultural en toda Venezuela que abarca densos sectores de la clase media, la cual agrega de sus legados, la voracidad del consumismo y la ultra sensibilidad a lo etéreo y lo banal. Por eso las misiones educativas están llamadas en un primer término a influir de manera efectiva en esta realidad (Aparte B del Ordinal 2 del Art. 23). Mientras más personas se incorporen a las aulas educativas, más oportunidad tendrá la educación y la cultura de incidir en las conductas sociales y restarle influencia a los focos delincuenciales que existen en la comunidad.
16. No se han formado a los docentes para afrontar esa realidad (previsto en la nueva LOE, Art. 38, 39). A las escuelas llegan niños marginales de cultura, procedentes de esas clases medias y también niños de familias de los barrios carentes incluso de un núcleo más o menos homogéneo al que puedan llamar hogar o familia. De modo que siendo la mayoría de los docentes testigos y actores de esta atroz realidad social y concientes como está la mayoría, de que el sistema educativo en sus estrados administrativos y muchas veces en las mismas instituciones educativas, es absurdamente ineficiente, cabe de nuevo preguntarse… ¿Cómo van a adoctrinar? Qué hará el Estado para convertir estos docentes en soldados de un ideal? De qué manera los van a sensibilizar para integrarlos a esta delicadísima y por demás altamente profesional, tarea de educar en valores? Si hay alguien en la oposición o en el gobierno que crea que esto es posible bajo el actual estado de cosas dentro de la instancia educativa oficial, está pecando de ingenuo, de ignorante, de estúpido o de cínico.
LA NUEVA LEY EN LA OPINION PÚBLICA
17. Las diversas protestas a la Ley, incluyendo declaraciones o elocuciones, elucubraciones o disquisiciones, a través de los medios de comunicación y hasta escritos en páginas de opinión, ponen de manifiesto una gran ignorancia de lo que es el hecho educativo. Estas manifestaciones pretenden presentarse como sinceras, eruditas, analíticas, pero la mayoría de sus manifestantes, cuando son docentes, hace mucho rato que no comparten con los alumnos 40 Grados a la sombra dentro de un aula de clases, en una ciudad como Maracaibo. Las manifestaciones de los dirigentes políticos, son deliberadamente cínicas, porque todo corresponde a una estrategia partidista u oposicionista en la cual utilizan la ingenuidad e ignorancia de sus propios adeptos, a quienes arrastran como corderos, algunas veces abusando de su buena fe. Incluyendo en esto a muchos docentes que no se han tomado la tarea de leer la ley, acostumbrados como están a no leer y esperar sólo los noticieros y programas de opinión disociados para poderse informar. Por cierto, que en los medios del Estado, tampoco se ha hecho una campaña pedagógica como se debería. Estamos todos entrampados en el juego de la ignorancia y la mediocridad, lo cual forma parte de la estrategia de la dirigencia opositora.
18. La denominada Sociedad Civil jamás protestó contra las desviaciones y vicios del sistema educativo bajo la égida de la Ley de 1980. A nadie parecía importarle la educación. La única reacción de esta denominada Sociedad Civil, fue sacar sus hijos de la educación pública y trasladarlos a la educación privada, puesto que en la educación pública no enseñan, los docentes faltan demasiado, en muchos casos hay drogas, armas, etc., y sus hijos están en peligro de contaminarse o ser víctimas de la violencia. En la educación privada no existen, según ellos, esos riesgos.
DE LA LEY Y LAS PROTESTAS QUE PROPENDEN AL HOMICIDIO EDUCATIVO Y CULTURAL
19. Nadie puede negar la ingente necesidad de transformar la educación venezolana. Sin embargo, las reacciones en diversos sectores contra la nueva LOE, sobre todo la denominada Sociedad Civil, están en consonancia con uno de los actos más vergonzantes de nuestra historia nacional cual fue, la huelga petrolera acaecida a finales del año 2002 hasta principios del 2003. Una altísima proporción de nuestra población, ricos y pobres, inducidos por algunos líderes, apoyaron aquella huelga que buscaba propiciar un verdadero genocidio de infantes, víctimas de la sed y el hambre. Esta afirmación compartida por muchas personas que traspasamos en nuestra rutina diaria un sin fin de barrios y zonas marginales, no es de ninguna manera una exageración, es por el contrario, lo que pudo haber ocurrido y no ocurrió. Y es imprescindible no olvidarlo. Las pasiones se desbordaron y pudimos ver a cientos de miles de personas, incluyendo docentes, padres y representantes, apoyando y auspiciando aquella huelga que en el fondo buscaba propiciar la muerte de miles y miles de niños victimas de enfermedades y epidemias venidas de la desnutrición y enfermedades virales y contagiosas como consecuencia de la falta de alimentos y agua. Porque la huelga buscó a toda costa, privar a la población de alimentos y agua, en una sociedad donde la pobreza rayaba todavía sobre el 70%. Los barrios y zonas marginales pondrían los muertos, los niños muertos, con los cuales se justificaría moralmente, un nuevo golpe de Estado y la definitiva eliminación física del Presidente de la República. Todavía no se ha reflexionado suficientemente desde el punto de vista sociológico, sobre los alcances de aquella huelga de la que hay que afirmar, involucró en sus causas y en sus efectos, en forma directa o indirecta, al 100% de los venezolanos. La huelga estaba dirigida contra los sectores más débiles. Nadie lo puede negar. Será descabellado entonces designar los actos de quienes participaron activamente y apoyaron esa huelga de… ¿Homicidio culposo? Se buscaba producir un holocausto en nuestra población marginal. ¿Qué habría pasado si los camiones cisternas que surtieron de agua los barrios marginales se hubieran paralizado definitivamente y el líquido no hubiera llegado a los hogares de esos barrios marginales? Allí se atentó contra la vida de los niños. Allí se deterioró lo que llamamos en una sola palabra, sentimiento nacional. Vimos muchas personas comprometidas con esa huelga, sobre todo la clase media, aupando a los propiciadores. Sólo se dieron a conocer las pérdidas económicas, unos 20 mil millones de dólares. Hoy de nuevo mucha gente sale a la calle a protestar contra una Ley, inducida por los mismos líderes y éstos, sacando provecho, hoy como ayer, de las pasiones y de la ignorancia. Y la gente acude a protestar involucrándose, hoy como ayer, en un intento de homicidio a la educación. Protestar contra la nueva LOE equivale a pretender que la educación siga como está, graduando semi-instruidos y semi-analfabetas, y que siga campante la corrupción, el tráfico del influencia, los vicios, los docentes reposeros y todo lo que se ha descrito. Que las cosas sigan como están equivale a un homicidio contra los alumnos pobres. Que los absorba la delincuencia pero no los adoctrinen, que sean superficiales e ignorantes pero no los adoctrinen, que fracasen en sus vidas universitarias y en el campo laboral, pero no los adoctrinen, que a futuro se ganen la vida como buhoneros, trabajadores explotados, humillados, arrastrados, utilizados, mendingando, pero no los adoctrinen. Que la violencia los induzca a matarse unos con otros, pero no los adoctrinen. Que formen parte del ejército de desempleados permanentes, pero no los adoctrinen. Que caigan en el alcoholismo sin riendas y otros se extravíen en el mundo de las drogas, pero no los adoctrinen. Que continúe el abuso contra los menores y la violencia contra la mujer, pero no los adoctrinen Es el grito que lanza la clase media que nada tiene que perder con esta o con ninguna ley porque el futuro de sus hijos será como ellos lo prescriban. Con esto sólo intentan arrastrar y engañar a la mayoría de la población que envía a sus hijos a las escuelas públicas. En estos momentos, el intento de genocidio es contra la cultura, contra la educación. Están literalmente, crucificando de nuevo a Cristo y esto lo saben algunos dignatarios de la Iglesia Católica, que también imploran las protestas contra la Ley. Pareciera que hubieran entrado en una especie de locura, de desequilibrio, de inconciencia, de ceguera. Cabe preguntarse: ¿Homicidio culposo? Porque en definitiva, nadie va a adoctrinar, nadie puede adoctrinar. Porque el adoctrinamiento tendría que involucrar a todos los actores del quehacer educativo en forma integral. Un proyecto educativo integral comunitario donde todos aporten su grano de arena. Y esto no será posible mientras hayan docentes, o directivos, o comunidades que no se integren, que carezcan de pasión y vocación. Por eso desde la Cuarta República se designa PEIC (Proyecto Educativo Integral Comunitario) a las iniciativas para integrar a la escuela con su comunidad, tal cual lo reafirma la actual Ley (Art. 13, 15). Todo esto lo saben los dirigentes políticos que han arrastrado a la educación básica al terreno político y lo han hecho utilizando la ignorancia de algunos y la mediocridad de otros. Cualquier discusión sobre la Educación, debería ser de altura y sin embargo, la actual, raya los límites del sadismo. Se abusa de la inocencia, de la ignorancia y muchos gobierneros caen en ese juego malévolo sin percatarse que lo están haciendo también por poseer una absoluta ignorancia sobre la materia. Para discutir sobre educación con altura, hay que ir allá, donde se reciben los niños en llanto, cuando se desprenden por primera vez de sus padres para verlos crecer y transformarse físicamente, sus cuerpos, en sus mentes, sus actitudes, durante 10 años de su vida. Hay que ir allá, donde se reciben niños y se adultos.
20. Es imprescindible que las protestas que involucran a una densa población de la clase media y baja, busquen otras justificaciones. No debe involucrarse en ellas a la Educación ni a los intentos del gobierno de transformarla para bien de la sociedad venezolana. No debe continuarse ese juego perverso. La Ley está aprobada con 20 puntos. Es necesario ahora la implementación de la nueva LOE, es inaplazable transformar al docente, es imprescindible depurar las nóminas, luchar contra la corrupción, es de un alto valor implementar la Educación Bolivariana, que no va a formar comunistas, ni revolucionarios sin causa. Formará ciudadanos venezolanos liberales y conservadores, socialistas y capitalistas, creyentes y ateos, humanistas y matemáticos, porque con la nueva Ley, de implementarse, cada alumnos asumirá su destino con un criterio de libertad, democracia, disciplina, obediencia a la Constitución, sentido de pertenencia nacional. Todo bajo la única doctrina de la autodeterminación. Ojala logre transformar al Educador, convertirlo en Educador Bolivariano. Todos ganaríamos a futuro. Protestar contra la Ley es protestar contra el futuro
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